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T A N K A


EL TANKA

         La historia de la poesía japonesa registra el nacimiento de los primeros tanka en el siglo VII de nuestra era. Originariamente transcriptos como ideogramas, al ser traducidos a la lengua inglesa y posteriormente a la nuestra, su vocalización representa 31 onji (para nosotros significaría sílabas, sonidos), agrupados en un poema,  sin título ni rima, compuesto por cinco versos de 5/7/5/7/7 sílabas.
         Según la tradición, el tanka nació como mensaje secreto y erótico entre amantes que anunciaban la proximidad del encuentro o expresaban el encanto y el agradecimiento por  los gozos compartidos.
         Con el paso de los siglos y el incremento de su práctica como género en diversos idiomas y culturas, los breves esquemas  sirvieron como soporte a canciones, homenajes, retratos  de la naturaleza, el humor y la parodia, el erotismo, la contemplación de la belleza, la reflexión filosófica y todo cuanto el poeta puede percibir y materializar en un instante de revelación, de sorpresa, de sabiduría.
         En el tanka se reúnen al mismo tiempo la sonoridad  del lenguaje, el ritmo, las imágenes captadas en un  instante fugaz, lo insólito y  el destello de la originalidad que se fija en la conciencia del lector al modo de un descubrimiento íntimo, de una meditación zen.
         En Japón, cuna también del haiku, no solo continúa la práctica de esta forma breve sino que periódicamente sus autores  son convocados a participar tanto en la  lectura pública de los poemas como en la exhibición de los bellísimos ideogramas donde se estampan los significados siguiendo antiguas reglas y ancestrales ritos culturales.
         Con la reverencia que merece un arte tan precioso, el autor de este libro ha intentado recrear su propia visión y comprensión del mundo, procurando agrupar en apenas 31 sílabas un poco más de lo que las palabras pretenden significar y ofrecerlas, amorosamente,  a sus gentiles lectores.

                                               CÓRDOBA, julio del 2006.          


*

Desde su andamio
de azafrán y amapolas
el viejo sol
ondea con la brisa
el pan de los trigales.

*

Tocar el cielo,
descalzo en el desierto,
y recibir
el gozo de una gota
del agua de la vida.

*

Se apaga el fuego
y nada puedo hacer
para atizarlo,
salvo arrojar mis huesos
como última ofrenda.

*

Si estoy soñando
no quiero despertar.
Si estoy despierto
no me dejen entrar
al sueño de la muerte.


*

Hembra preñada,
tu vientre es el perfecto
pulso del tiempo.
Eva eterna y sensual,
Señora de mis sueños.

*

¿Cómo llegar
a la herida del hueso
sin sentir pena,
ni dolor, ni vergüenza,
ni autocompasión?

*

Dónde estarán
los hijos de los pájaros
que yo imitaba
en las cálidas tardes
del verano en mi infancia.

*

La Cumbrecita
guarda en sus cabañas
y en sus pinares
una intención de amor,
la fuente de un deseo.


*

Vivir y amar
sencilla, dulcemente,
fuera del tiempo
que arrebata y separa
y bebe nuestra sangre.

*

Cada mañana
el delirio del alba
me despierta,
y vuelvo a renacer
idéntico y distinto.

*

Llegó la hora.
Se va desvaneciendo
como un sueño
la última esperanza:
la llave gira y cierra.

*

Vacía y sola,
cuando vos no estás,
mi casa viste
crespones de silencio
en la puerta de calle.


*

La araña teje,
ceremoniosamente,
su casa-trampa
y espera sin apuro
la hora de la cena.

*

En mi ventana
arrulla una paloma
mientras escribo
y espero que el timbre
anuncie tu llegada.

*

Feliz aquel
que al final de su vida
puede trazar
el principio y el fin
de un círculo perfecto.

*

Quiero ser solo
el pulido cristal
de un espejo
que pueda revelarte
lo mejor de vos misma.

*

Como el Dante
contemplando a Beatriz
te evoco y digo:
dichoso sea el hombre
que la  besó primero.

*

La sangre lleva
a través de los siglos
el gran misterio:
susurros del amor
del árbol de la vida.

*

Triste final
de quien muere dejando
como herencia
la amarga certeza
de no haber amado.

*

El perro ladra
después de haber comido
y luego sueña
con un hombre que duerme
y sueña que es un perro.


*

Y súbitamente,
por la magia de amarte,
vuelvo a creer
que nada es tan falaz
como la misma nada.

*

Sencillamente,
la historia de este amor
perdurará
mientras no se transforme
en su siniestro hermano.

*

Sea la mujer
amable y briosa
como el buen vino
que calienta la sangre
apenas con un sorbo.

*

Es media tarde
y el frío sol de julio
se aromatiza
con el café con leche
y el olor de tu piel.


*

Hoy he grabado
en tus tibias colinas
un palimpsesto
 con palabras que imitan
 las huellas de mis manos.

*

Y así el demonio
a través de los siglos
puso   las trampas
del odio y de la muerte
de  las  ideologías.

*

Temibles ídolos
sobrevuelan el mundo
depositando
sus templos explosivos
en el nombre de Dios.

*

Bella, perfecta,
la Tierra habría sido
el Paraíso
si no hubieran surgido
los sangrientos  omnívoros.


*

Peste moral,
ácido corrosivo
de la conciencia
es tu fatal mensaje,
perro ideológico.

*

He conspirado
en secreto y en público
contra la Muerte
con la astuta insolencia
de los provocadores.

*

La suavidad
de la piel de las truchas
sienten mis manos
al deslizarse amables
sobre tus tibios pechos.

*

El sol de otoño
descubre tu presencia
y colisiona
con la rara belleza
del color de tus ojos.


*

Por el camino
de álamos y plátanos
entro y salgo
del juego malabar
de mi vaga conciencia.

*

Quiero apartar
el velo de la noche,
los malos sueños,
y quedarme en la pura
contemplación del alba.

*

El suave olor
de salvia y de romero
y un arcoiris
deja la fresca lluvia
del verano en las viñas.

*

Hago un brindis
y bebo el vino fresco
y voluptuoso,
de mi  humano destino:
jugar con las palabras.


*

Hembra sagrada
de majestuoso porte,
tu resplandor
anuncia la llegada
del final de mi exilio.

*

En el retrato,
el color de tus labios 
me ofrecía
la excitante frescura
de la sandía abierta.

*

El niño lleva
en la cesta de mimbre
frescos espárragos
que trueca por monedas
para comprarse libros.


*

La luna llena
se refleja en la escarcha.
Junto al carril
de altos carolinos
murmuran las acequias.

*

Me aproximo,
te despierto la piel
y me embriago,
como si fuera un niño,
besándote los pechos.

*

Hoy recuerdo
los metálicos pétalos
de los malvones,
pan tostado y manteca
y dulce de damasco.

*

Al despertar
me asombra ver la luz
de un nuevo sol.
La Muerte ha postergado
otra vez su sentencia.

*

Muero en vos
y caigo en el abismo,
fuera del tiempo
del no ser de la dicha
grandiosa del orgasmo.


*

Pago el tributo
para ingresar al predio
de la memoria
y rescatar tu nombre
del mundo de los muertos.

*

Y es en domingo
cuanto te visitamos,
pequeña hermana,
dormida bajo el pasto
del cementerio parque.

*

La antigua casa
huele a cedrón y a menta.
Sobre sus ruinas
resplandece en la tarde
la planta de durazno.

*

Voy a escribir
la más breve poesía
para evocar
la luz de los almendros
un día de mi infancia.


*

Solo una noche
nos habría bastado.
pero no fue,
y ahora solo quedan
cenizas del deseo.

*

Agua salada
es el nombre del pueblo
donde nací
hace como mil años.
Pero no era el mar.

*

Sólo un  hombre
te verá desnuda
y te amará.
Eres, ¿no lo sabías?,
la única mujer

*

Me amenaza
el espejo del ciego,
la cruel certeza
de saber que algún  día
me miraré sin verme.


*

La rosa de oro
florece en la copa
que la mujer
entrega a la espada
una vez en la vida.

*

Dejo el discurso
de la inmortalidad
para el avaro
y engañoso maestro
disfrazado de Dios.

*

La niña mira
los siete espejos mágicos.
Ríe y  no advierte
que uno de sus rostros
la observa con malicia.

*

Aún no se borra
el horror en  los ojos
de Julio César
frente al puñal que brilla
en manos de su hijo.


*

El más sabio
entre  todos los sabios
muere,  y  dice
 que fuera de estar vivo
nada tiene sentido.

*

Después del Ángelus
se callan las campanas
para que salgan
las ratas voladoras,
señoras de las sombras.

*

Desde tu cuerpo
sube el dócil aroma
de la canela
y el clavo de olor
de tu herida sagrada.

*

Sin maquillaje,
desnuda, despeinada,
abres tus ojos
sorprendida  por la voz
que pronuncia tu nombre.


*

Gruñe el cerdo
sujetado a la mesa
del sacrificio
mientras va penetrando
la hoja del cuchillo.

*

Cuando te abrazo
percibo los  tejidos,
las rojas hebras
de todo lo que vive
navegando en tu sangre.

*

Vuela el rundún
de un jardín a otro
enamorado
del prodigioso aroma
del sexo de las flores.

*

Ser y no ser.
El ritmo del latido
del corazón
es el compás extremo
de amarte y de  no amarte.


*

No es cardenal
ni jilguero el que canta
 al mediodía.
Es la veloz chirigua
que se oculta en la huerta.

*

Te envolvía
el aroma salvaje
de las magnolias,
aquella vez primera,
una noche de julio.

*

Los pies descalzos
del niño campesino
sienten el gozo
de la tierra que vierte
la reja del arado.

*

Huele tu boca
a bizcochos de miel
y tu cabello
al olor de las rosas
cuando pasa la lluvia.


*

Con tu muerte
todo dejó de ser,
menos la gracia
y el brillo de tus ojos
que jamás serán polvo.

*

Que este amor sea
 levadura, simiente
de los amantes
que tendrán la fortuna
de la fidelidad.

*

Debo decirte
que  no me avergüenza
reconocer
que antes de tenerte
ya te había perdido.

*

En la aventura
gozosa de la búsqueda
de un gran amor
se encuentra el sufrimiento
que lo revelará.


*

Si no hay amor
no habrá revolución.
Todo tirano
es la caricatura
grotesca de la muerte.

*

Seca, estéril,
ni un vástago, ni un brote,
sobre mi huerta
sólo queda la sombra
de un espantapájaros.

*

Del arco de luz
al arco de las sombras
el sol de noche
ilumina el parral
y el rostro de mi padre.

*

No tengo nada
y tampoco espero
 nada de nadie:
que el mínimo deseo
se torne despreciable.


*

Como un niño,
y a plena luz del día,
ser el causante
de crear nuevos mundos
tan solo con palabras.

*

Salgo del límite
de mi vaga conciencia
y sincronizo
con el sagrado azar
del mundo de los sueños.

*

Saberlo todo
y ser un ignorante,
tenerlo todo
y vivir despojado
del más deseable bien.

*

Ser un labriego
que planta una semilla
que llega a ser
Causa, Principio y Uno
que mueve el Universo.


*

Solo el silencio
me puede rescatar
de la vorágine
brutal y escandalosa
del bullicio del mundo.

*

Nada poseo
que no pueda perder,
y nada tengo
salvo Ser lo que Es.
Pertenezco a la vida.

*

No existe nada
que no sea un relato,
porque tal vez
la vida sólo sea
un cuento interminable.

*

El escritor
que sirve a un tirano,
es un  traidor
a su propia conciencia,
verdugo de sí mismo.


*

Todo artista
que sirve a la violencia
con arrogancia
no es menos impúdico
que un torturador.

*

Bajo la ola
de mi pequeña mente
está el abismo
de la mente infinita
que une nuestro amor.

*

No es el poeta
quien descubre el mundo,
sino las cosas
que están ahí, aguardando
que nazcan las palabras.

*

Un libro es pan
 embebido  en el vino
de la conciencia
que embriaga y nutre
las ansias de vivir.


*

Sobre el cristal
de un solitario estanque,
un viejo cisne.
Sólo las mojarritas
saben de su tristeza.

*

En el hogar
arde en silencio un tronco
de algarrobo.
Llovizna lentamente.
Otoño. Atardecer.

*

Si no estás
no vengas para irte
ni amenaces
con llegar y quedarte
porque nunca has venido.

*

Nunca podré
decirte con palabras
lo que conservo
en arcas de silencio,
más allá del lenguaje.


*

Llegar ansioso
al filo de la cumbre
y descubrir
que en los últimos metros
nos aguarda la Nada.

*

Pensar la muerte,
sentirla y contemplarla
como un círculo
en cuyo centro arde
la llama de la vida.

*

La abuela sabe
que entre todos sus nietos
hay uno preferido,
y no sabe explicarlo
porque el amor es ciego.

*

En la autopista
queman la hierba seca.
A ras del piso
trazan las leves llamas
un anillo de fuego.


*

Quién sabe dónde
nos hallará la muerte,
ni en qué día,
sin habernos podido
despedir para siempre.

*

Ser compasivos,
 demasiado piadosos,
no por amor
sino para otorgarnos
una indulgencia cínica.

*

Perros salvajes
le ladran a la Luna
para ofrecerle
la fiesta de la carne
caliente de un potrillo.

*

Vuelvo a la infancia
cada vez que escribo
para beber
un sorbo de las aguas
de la imaginación.


*

Un vino tinto
añejado en toneles
de antiguo roble
despierta en la sangre
mi primera vendimia.

*

Mis personajes
tomarán mi lugar
cuando me vaya,
para contar  que hay  vida
más allá de la muerte.

*

¿Existirá
un lugar en el mundo,
fuera del tiempo,
en el que todo acto
vuelve a repetirse?

*

Pasa la lluvia.
Por sobre los parrales,
el aire fresco
distribuye  el aroma
del pan recién horneado.

*

Llorando, el  niño
entrega  su cabrito
al sacrificio.
El hambre es el hermano
mimado de los diablos.

*

Crece en el sur
un bosque de manzanos
que por la tarde
desflora los aromas
de menta y alhucema.

*

Bajo un cielo
sangrante y cristalino,
la pampa extiende
su alfombra de esmeraldas
bordada de rocío.

*

La antigua casa
vestida de glicinas
duerme en silencio
junto a la verde oliva
silueta del laurel.


*

Arrope de uva
dulce de la melesca,
en un otoño
que se pierde en la noche
 de la memoria.

*

Los altos álamos,
vigilantes del agua,
y verdes campos
de alfalfa que perfuman
la hora de la siesta.

*

Hembra del Sol
la Luna en Huanacache
canta sus coplas
de chicha y huascha locro
sobre los totorales.

*

Si al despertar
te asombra lo soñado,
si por soñar
conmigo te desvelas,
no volveré a soñarte.


*

Cuando no estás
me siento confundido
como una abeja
perdida en un desierto
donde nada florece.

*

Por un error
ayer choqué de frente
con la Verdad,
pero estoy, como ven,
gracias a Dios, ileso.

*

Crucificado,
el ego se disuelve
y lentamente
brota de su crisálida
un majestuoso ser.

*

Apenas vienen
la rabia y el dolor
me desanimo
y siento que ha llegado
la hora del crepúsculo.


*

Más que una roca
la vida es una red
de relaciones.
No hay arriba ni abajo
ni otro dios que uno-mismo.

*

No existe nada
que no sea lo que es.
Renuncio al yo
y me entrego al abismo
de la Divina Madre.

*

Me hundo en el polvo
que genera los mundos
y sobrevivo,
intacto y victorioso,
abrazado a tu cuerpo.

*

Mientras yo viva
y guarde tu memoria
nadie podrá
herirte ni humillarte,
ni siquiera la Muerte.


*

Nada es tan cruel
para quien al concluir
un gran amor
descubre la verdad:
no era amor, ni era grande.

*

Obedecer,
simple y ciegamente,
cuando la orden
proviene de uno mismo,
y sólo por amor.

*

Juro ser fiel
a la palabra escrita
desde ahora
y hasta el punto final
que selle mi destino.

*

Viejo pastor
de la antigua Inglaterra,
era aquel  perro 
que fue, es y será
mi única mascota.


*

Los niños pobres
regresan del trabajo
y los deslumbra
 un pan azucarado
en la puerta del horno.

*

Darse en amor,
pero a plena conciencia,
para evitar
que  a nuestra ofrenda
  se la coman los chanchos.

*

No a semejanza
de un Dios creador
sino de un Dios
hecho a la imagen
patética del hombre.

*

El nacimiento
de todo cuanto existe
en este mundo
es obra del orgasmo
perpetuo de la vida.

*

Hombre y mujer,
perfectos, diferentes,
en nada iguales,
salvo en el instante
supremo de sus gozos.

*

Sobre mis manos
todavía palpitan
las tibias gotas
de la sangre de un pájaro
que asesiné en mi infancia.

*

Solo, vacío,
y a pesar de todo
estar colmado
de paz y de silencio,
de sabia incertidumbre.

*

Aguanieve
que riega los viñedos
y se transforma
en un rojo racimo
de uva moscatel.


*

La depresión
es la boda sagrada
que reconcilia
el gozo y la agonía,
la vida con la muerte.

*

Aceptación
y entrega silenciosa
sin condiciones.
Los códigos de honor
están en nuestros ojos.

*

Amar la vida
es también sentir odio.
No perdonar
a la bestia inhumana,
corrupta y genocida.


*

Hay cuentos de hadas
y sueños imposibles:
desde la infancia
hasta el viejo que aspira
a la inmortalidad.


*

El alguacil
practica su acrobacia.
Sube y baja
sobre las aguas ocres
del ácido pantano.

*

Romper los moldes
de la mente ordinaria
y desplazar
el  fantasma ilusorio
de la vaga conciencia.

*

Fresca es la sombra
de la alta alameda.
Es mediodía.
El humo del asado.
Pan. Vino. Vendimia.

*

Me place el eco
del sonido del viento,
y el vaivén del sol
entre la sombra verde
de los antiguos álamos.


*

La clara luz
juega sobre la alfalfa.
Yo estoy aquí,
a la sombra de un sauce,
viendo pasar la tarde.

*

La mariposa
se siente humillada
al descubrir
que en su vida anterior
era un simple gusano.

*

Un refucilo
antes  del bronco trueno
quiebra la tarde
y anuncia la llegada
del  Señor del Granizo.

*

Polvo y espanto
en la tarde de agosto.
El viento zonda
sopla las secas coplas
de su áspera tonada.


*

Primero llega
el olor a jarilla
desde Lunlunta.
Luego el viento y la lluvia
de una antigua nostalgia.

*

Sí, era verdad
que al final del túnel
había una luz.
Cuando pude salir,
ahí estaba: eras vos.

*

Desde el origen
viajamos por el Cosmos
en una nave
que es óvulo  sexual,
sueño, dolor, sepulcro.


*

Cada mañana
 encuentro por  la calle
cientos de espectros,
 imágenes, réplicas,
fragmentos de mí mismo.

*
Sexo sin goce
sólo cabe en la mente
de un hipócrita
nacido de un orgasmo
casual y reprimido.

*

Me aproximo,
desplomo mi ansiedad
 y mi delirio
junto a las onduladas
colinas de tu cuerpo.

*

Miro tu rostro
 y busco la señal:
la transparencia
de lo eterno invisible
que fluye de tus ojos.

*

Cruzo los médanos
y avanzo entre las chilcas
hacia la costa.
Inocentes, los patos
duermen en la laguna.


*

La Cruz del Sur
describe entre los plátanos
los arabescos
negros de la noche
sobre  el agua escarchada.

*

Si no hay letreros,
si nadie nos responde,
¿Cómo saber
que estamos llegando
a la última estación?

*

Si es verdad
que la vida es un sueño,
por pura lógica
alguien dirá que el sueño
es la auténtica vida.

*

Un niño nace,
se queda con nosotros
un breve tiempo
y después, impaciente,
se larga hacia el futuro.


*

Quiero apartar
el peso  de la noche
y quedarme
a disfrutar del júbilo
caudaloso de tu boca.

*

Será mejor
no tener más deseos
salvo el de amar
más allá del deseo
de amar y ser amado.

*

El pordiosero
besa el trozo de pan
y agradece,
con su media sonrisa,
a los  dioses del hambre.

*

No te amaría
si antes de esta vida,
en esta vida,
no me hubieses amado
tanto como te amé.



*

Nada me liga
a los intelectuales
ni a sus obras
si no están escritas
con su propia sangre.

*

Uno asegura
que está de regreso
y en un instante
descubre horrorizado
que apenas se ha movido.

*

Dice el budismo
 que la vida es dolor
y que desearte
es transgredir  las leyes
causantes de la vida.

*

Vengo a anunciarte
 que soy tu protector
y al mismo tiempo
a pedir que me dejes
descansar a tu sombra.


*

La ciudad duerme.
Yace inmóvil. Ausente.
Una ambulancia,
 como una bestia insomne,
anuncia el nuevo día.

*

Mientras te sueño
 un trueno escandaloso
me sobresalta.
En medio de la noche
estallan los cristales.

*

Quiero beber
 la copa de la vida
de un solo sorbo.
Contenga amor o muerte,
No apartaré este cáliz.


*

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