Gastón es un chico curioso e inteligente aunque
también es una verdadera máquina de
hacer líos, incapaz de quedarse quieto aunque más no sea por un momento.
Cierto
domingo, mientras se divierte con sus padres y su hermanita Evelyn en el Parque
de Diversiones Karma, en un instante desaparece y se oculta nada menos que en
el Laberinto de los Espejos, clausurado como consecuencia de que el mago Iván Molotov lo ha hechizado en venganza por haber sido
despedido de su trabajo.
¿Qué
pudo haber sucedido? Pues que Gastón ha quedado prisionero, al mismo
tiempo, en siete espejos maléficos.
Horrorizado por las consecuencias terribles que semejante travesura podría
producir, el encargado del lugar le pide a la mamá del pequeño travieso que
ingrese al Laberinto.
La
afligida señora deberá dialogar con su hijo y finalmente romper solo uno de los siete espejos. ¿Cuál? Si ella se equivoca,
jamás volverá a ver a su hijo.
Esta
es la historia de una apasionante aventura que conviene leer del principio al
final, sin saltear una hoja.
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