EL MISTERIO DE LA FOSA DE LOS LEONES

   El argumento gira alrededor de la investigación sobre la sustracción y ocultamiento, en la Córdoba de fines  del siglo XVII,  por parte del joven seminarista Leandro Castañeda y Zárate, de la Corona de Nuestra Señora, en obediencia al mandato de una voz celestial.    
   Voz trascendente que hará posible  que “el río del tiempo fluya desde el siglo XX transportando la joya divina para que manos impías no osen mancillarla jamás”. Por este hecho el hermano Leandro será quemado en la hoguera por la Inquisición el 2 de octubre de 1767,  en cumplimiento de la sagrada misión de salvaguardar la “llave” que cinco siglos después hará posible abrir las puertas de un Segundo Renacimiento para la humanidad.

         Los movimientos del relato, que alterna situaciones del pasado y del presente, son articulados diestramente por el autor lo  que le permitirá con eficacia y naturalidad resolver  ciertas dificultades como, por ejemplo, las planteadas por la convivencia  de los histórico, lo religioso, lo violento y  lo poético en el reducido espacio de no más de 30 páginas.

         Entre otras virtudes su texto destaca una envidiable capacidad de modular entre contrastes y diversidades  sin sacrificar lo realmente necesario a los intereses de su resumida historia.

         Quien en el libro se ocupa con detenimiento y agudeza de las vicisitudes escriturales y de las diversas relaciones es la introducción firmada por la crítica Silvia Barei. El suyo, en realidad, es un abarcador sobretexto  que bien puede ser tomado –metafóricamente- como el primer anillo que se produce a partir de un impacto en el agua y al que sobrevendrán nuevas ondas circulares, lo cual no hace otra cosa que repetir el modelo dominante con el cual Juan Coletti concretó su versión reversible que ofrece hacia afuera, hacia el lector, lo que le permitió ser desde dentro de otras historias y voces a su relato y a su escritura.

 

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